Origen

El hámster sirio, también conocido como hámster dorado, tiene su origen en Oriente Medio. 

 

Fueron descubiertos en 1839 por el zoólogo británico George Robert Waterhouse, pero no fueron introducidos en el mundo occidental hasta el año 1930, por el profesor Aharoni, tras capturar a una madre y sus doce crías en la población de Alepo (Siria).

 

Por lo dóciles que suelen ser y por su manejabilidad, se convierten en mascotas ideales. 

 

En su estado salvaje, se puede considerar que están en peligro de extinción, si bien, gracias a un programa alemán de inserción y adaptación y cuidado, se están repoblando los bosques del centro y norte de Alemania con colonias de hámster europeo,  cuyo tamaño es algo mayor que el hámster sirio.