La casa del hámster

Antes de nada, tenemos que tener muy en cuenta que, debido a que son animales muy territoriales, no se debe tener a más de un ejemplar por hábitat, lo que confirma la conocida regla de "1 hámster = 1 jaula".

 

Las dimensiones mínimas del hábitat para el hámster sirio deben ser de 50 cms. de largo por 35 cms. de ancho. Dentro de nuestras posibilidades económicas y de espacio, siempre debemos proporcionarle el mayor espacio posible, puesto que necesita espacio para correr y ejercitarse. De todos modos, siempre hay que procurar sacarlo a primeras horas de la noche, nada más despertarse, para romper con su estress y que pueda correr y hacer ejercicio. 

 

Podemos usar habitáculos cerrados de plástico o de cristal, de tipo acuario, o jaulas de barrotes de condiciones adecuadas para los hamsters. Debe tener buena ventilación y puertas seguras, ya que es muy hábil y se podría escapar abriéndolas con sus patas anteriores. Es conveniente que tengan varios pisos, ya que les encanta trepar, y se entretienen mucho cambiando de nivel. 

 

El habitáculo debe estar situado en un lugar tranquilo y fuera de corrientes de aire. 

 

Debemos ponerle un bebedero de tipo "biberón", que constan de un recipiente generalmente de plástico, y un tubo de metal con una bola al final del mismo. Hay que comprobar que la bola cierre correctamente la salida del agua para evitar que gotee. 

 

Un comedero, que no sea demasiado alto, para que pueda coger la comida sin dificultad. Es importante que no se vuelque, por lo que puede ser de cerámica, o de plástico con una base ancha. 

 

La rueda es uno de los elementos más importantes en el habitáculo de un hámster. En el caso del sirio, debe tener un diámetro mínimo de 22 cms. para evitar que tenga que arquear la espalda mientra corre en un espacio tan pequeño. 

 

La rueda no debe tener ningún tipo de aberturas en el suelo donde pisan, porque con la velocidad que adquieren se podrían quedar enganchados y lastimarse una pata. 

 

También es interesante colocarles un esquinero de plástico, o un recipiente de cerámica, con dos dedos de arena de chinchilla, que lo puedan usar para su aseo y para orinar, de este modo lo acostumbraremos que que la orina esté siempre localizada en el mismo recipiente, con una limpieza más sencilla. 

 

Podemos añadir una caseta donde dormir o refugiarse del frío, aunque ésto no quiere decir que nuestra mascota le dé este uso, ya que la puede utilizar también como almacén para guardar comida, o como mero entretenimiento entrando y saliendo. 

 

Hay que tener un mínimo de precauciones como que la puerta tenga el hueco suficiente para que pueda entrar y salir din dificultad, y la ventana que esté cerrada, o que tenga también suficiente holgura.