Dado que el tiempo de vida estimado es relativamente corto, si lo comparamos con el nuestro, cuando nuestra mascota comienza a envejecer, lo hará de forma rápida, y casi no nos llegamos a dar cuenta. Solo observando detenidamente, captaremos unos pequeños cambios, que poco a poco, nos muestran que el hámster está entrando en su tercera edad.
Es muy importante que haya tenido una juventud plena de salud, de ese modo, los síntomas tardarán más en hacer acto de presencia, y serán más leves.
Entre el año y medio, y los dos años de vida, dependiendo del estado de salud que haya tenido, podremos observar que cada vez duerme más tiempo. Ya no solo duerme durante el día, sino que por las noches, saldrá un rato a corretear por la jaula, y se cansará cada vez más pronto, lo que hará que se eche a dormir incluso por la noche, durante cortos espacios de tiempo, a modo de "siestas".
Notaremos como al sacarlo a jugar, se cansa cada vez más pronto. Se encoge, y se queda quieto. Sus movimientos se vuelven lentos y torpes. Ya no tiene tantas ganas de correr como cuando era más joven.
Si nos fijamos bien, notaremos que su cara que solía tener forma redondeada, ahora es más puntiaguda. El pelo se vuelve más descuidado, porque ya no tiene la misma agilidad para la limpieza. Quiere hacerlo, pero ya no tiene la misma elasticidad para llegar a todos los sitios, con lo que se nota algo descuidado. Nosotros le podemos ayudar limpiando su zona anal con un bastoncillo de algodón.
La piel del vientre se le vuelve más fofa, debido a que comerá menos y perderá peso paulatinamente,
Lo peor de todo, es que cuanto más mayor, estará más expuesto a que le salgan tumores.
Es ley de vida, y para estos animales, es bastante corta. Debemos procurar que su vejez sea lo más saludable posible, y lo más duradera.
Esta página web ha sido creada con Jimdo. ¡Regístrate ahora gratis en https://es.jimdo.com!